La adicción al juego online está aumentando vertiginosamente en nuestro país, sobre todo entre los más jóvenes: España está a la cabeza en Europa, con la tasa más alta de ludopatía. Según los últimos estudios, el número de jugadores infantiles se ha cuadriplicado en nuestro país en los últimos dos años. Según la Comisión de Apuestas, más de 450.000 niños entre 11 y 16 años realizan apuestas en juegos online de manera periódica. Los datos son alarmantes y ponen de manifiesto una realidad preocupante.
Los primeros indicios de la adicción al juego online y las apuestas suelen apreciarse en la adolescencia pero el desarrollo de ésta suele haberse ido gestado mucho antes, desde la edad infantil. En este sentido, un uso abusivo de los videojuegos o juegos a través de la pantalla pueden ser los precursores de un paso más en la adicción tecnológica y el desarrollo de la ludopatía en edades posteriores.
La irrupción masiva que se ha producido en los últimos años de las nuevas tecnologías, sumada a que el juego es una actividad socialmente aceptada, ha contribuido al aumento de la adicción online entre nuestros jóvenes. La tecnología permite conectarse en cualquier momento y poder jugar las 24 horas al día, donde y cuando se quiera. Ya no es necesario desplazarse al salón de juegos, al casino o al bar de la esquina, sino que desde casa se dispone de una amplia variedad de opciones para jugar a lo que se quiera y como se quiera. A esta disponibilidad absoluta se le suma el anonimato, el hecho de que me conozcan o el miedo a que me vean todos los días jugando en un establecimiento, a día de hoy, tampoco es un límite para la persona. Igualmente, en el juego online no se exige identificación, por tanto, se puede acceder a espacios de juego para los que por edad no se está preparado ni se tiene suficiente madurez.
Ante esta realidad cada vez más común y extendida entre los jóvenes, insistimos en la importancia de acompañar y supervisar, además de educar en el crecimiento digital de nuestros hijos. Como padres hemos de dejar muy claro que el juego online y las apuestas no son una actividad lúdica, es una actividad peligrosa y de enorme riesgo. Esta modalidad de juego online tiene mucho más impacto que la presencial, ya que la escalada en la adicción tecnológica (de la cual comentamos aquí sus bases neuropsicofisiológicas) se produce más rápidamente por la facilidad de acceso. Igualmente, el juego es mucho más rápido, el entorno virtual dificulta que medie la razón y la conciencia, invirtiéndose dinero compulsivamente y sin darse cuenta del alcance o valor de la apuesta y sus posibles consecuencias. Los datos indican que actualmente en 2-3 años la persona puede acumular 40.000 euros de deuda por las características y la rapidez del juego online, cantidades que en la modalidad presencial se dilataban más en el tiempo. Se trata de un comportamiento de riesgo que puede dar lugar a serios problemas de salud mental, llegando a arruinar (y no solamente en el sentido económico) la vida de la persona y de todo su entorno.
En un próximo post del blog de Levanta la cabeza de FunSalud os daremos las claves para identificar una adicción al juego online, las señales que pueden estar alertando de la presencia de un problema de ludopatía online en menos y adultos.
Marta Vicente Álvarez | Psicóloga especialista en psicoterapia con niños, adolescentes y adultos.
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